Estuve en el Mercure durante un fin de semana y quedé gratamente sorprendido. La habitación era un deleite, con detalles que hicieron la estancia memorable. La atención de Noemí en recepción fue excepcional, me brindó excelentes recomendaciones para explorar Viena. Aunque el lavabo era un poco pequeño, la experiencia global fue fantástica.

Al grano, lo mejor y lo peor

La ubicación es perfecta, en el corazón de la ciudad, ideal para pasear. Pero las habitaciones son pequeñas y carecen de suficiente espacio para el equipaje. Además, el desayuno tiene opciones limitadas. La calidad del aire acondicionado y las almohadas también podrían mejorar. No obstante, el personal es amable y servicial.

la ubicación en el centro es increíblemente conveniente pero el aire acondicionado necesitaba mejorar.

Recomiendo para parejas que buscan comodidad

La ubicación es espectacular. A menos de 5 min caminando del metro que te conecta a las estaciones de tren o al aeropuerto, además de estar a 5 min caminando de Stephan Platz que es corazón de la zona turística. Tuve una excelente experiencia porque la habitación estaba bien equipada y el minibar ofrecía agua y tés a diario, lo cual es un buen detalle en cualquier hotel.

No fue barato, pero todavía aceptable.

Gran ubicación y cama cómoda

La ubicación fue súper conveniente, a pasos de todo. La habitación estaba bien equipada y la cama era king size, muy cómoda para descansar después de un día explorando la ciudad. Aproveché el bar del hotel para tomar unas cervezas por la noche, aunque el lugar se llenaba rápido. Un detalle a mejorar serían las opciones en el desayuno, que eran bastante limitadas.

Ubicación excelente para explorar todo a pie y una atmósfera tranquila. Las habitaciones son cómodas y el desayuno variado, perfecto para empezar el día.

El baño parecía haber sido diseñado por un arquitecto en huelga. ¡necesitaba más espacio y estantes urgentes!

me gustaría volver de nuevo

La habitación era cómoda, con cama king size y un minibar que reponían a diario. Además, tenía cafetera y agua de cortesía, lo cual fue un detalle muy agradable. La ubicación es top, a solo 5 minutos a pie de la Catedral de San Esteban y muy cercanito al metro. El desayuno, aunque caro, es decente y la tarta Sacher, riquísima.

La ubicación fue ideal para pasear y visitar todo a pie. La habitación estaba bien equipada y cómoda. El desayuno tenía opciones limitadas, pero el café era bueno. Una mañana, salí a desayunar y encontré un lugar cercano que me encantó, ¡un buen descubrimiento!

La ubicación del hotel es simplemente excelente, en pleno centro histórico de Viena. Pude caminar a todos los sitios turísticos sin problema. La habitación, aunque un poco oscura, era cómoda y tenía todo lo que necesitaba. La cama me pareció agradable y el baño, aunque pequeño, cumplía su función. A diario reponían el minibar con agua y algunas infusiones gratuitas, lo cual fue un buen detalle. Sin embargo, me sorprendió que la habitación no tenía un armario de verdad, solo un perchero. Acostumbrarse a las almohadas también fue complicado al principio. El desayuno no estaba incluido y su precio de 23€ me pareció excesivo, así que decidí desayunar fuera en un sitio cercano que descubrí. El personal fue muy amable, lo que hizo la estancia más placentera. A pesar de que el servicio en el restaurante puede ser un poco lento en horas pico, en general, mi experiencia fue buena.

la habitación estaba bien equipada y el minibar ofrecía agua y tés a diario. además, el desayuno fue delicioso, aunque un poco caro. me sorprendió la amabilidad del personal durante esta celebración de cumpleaños, haciéndome sentir especial.

falta variedad en opciones del desayuno.

La ubicación es genial. me permitía acceder fácilmente a las atracciones. La habitación estaba bien equipada con minibar que reponían a diario. Las almohadas eran cómodas, ideal para recuperarme después de un día explorando. El desayuno tenía opciones limitadas, pero el café era muy bueno. La atención en recepción fue excepcional. 😊

La habitación en la que estuve era moderna y muy cómoda. La cama era realmente agradable, perfecta para descansar después de caminar por la ciudad todo el día. Tenía una cafetera Nespresso, lo cual fue un gran plus. Además, el minibar estaba siempre lleno de agua y tés, lo que hizo la estancia más agradable. El baño moderno era funcional, aunque un poco pequeño. Un detalle a mejorar sería la puerta tipo corrediza que no daba tanto privacidad.

Cerca de todo, realmente me gustó que ofrecen una visita guiada gratuita por la ciudad, donde aprendí mucho. Las almohadas en la habitación resultaron incómodas, les falta soporte.